lunes, 12 de marzo de 2012

DESILUCIÓN

Se llamaba Carmelo. Era muy guapo y amable. Yo no entendía cómo alguien tan simpático podía llevar por nombre Carmelo. Después de platicar un momento fuimos a comprar los boletos para regresar a la ciudad de México. Faltaban tres horas para que saliera el autobús. Así que decidimos ir a desayunar. Él no dejaba de hablar y tampoco de reír.  Me sentía muy afortunada de haberlo conocido.
Llegó la hora de abordar el autobús. Nos sentamos juntos y platicamos durante todo el trayecto. Al llegar me pidió que lo acompañara a su casa que se encontraba a dos calles de la central. Dijo que dejaría su maleta y que después me llevaría a mi casa. Me agradó la idea y caminamos hacia su departamento. Todo iba muy bien. De pronto me resbalé con una bolsa de plástico que estaba tirada en el piso y sin poder evitarlo me caí en un charco de agua sucia. Carmelo me ayudó a levantarme y yo solo quería desaparecer. Me lastimé el tobillo y me dolía mucho pero no quería que él lo supiera y continúe caminando.
Al llegar al departamento dijo que pusiera mi ropa en la secadora y me ofreció una bata para que la usara. Eso hice y nos sentamos en el sofá a descansar. No podía dejar de mirarlo. Era encantador y no tenía ningún defecto. Se acercó a mí y sin decirme nada me besó. No pude resistirme o tal vez no quise. Sabía que nada nos iba a detener. Estábamos besándonos y de pronto alguien abrió la puerta. ¡No podía creerlo! Una chica entró y comenzó a gritar como loca. Yo no sabía qué hacer y quise ir por mi ropa pero ella me jaló del brazo y me sacó del departamento. Me encontraba en bata, sin zapatos y sin dinero. No podía hacer nada.
Después de media hora la joven salió muy enojada y se fue. Era la esposa de Carmelo. Él salió y se disculpó pero a mí no me interesaban sus disculpas. Entré a vestirme y le pedí que me llevara a mi casa. Me dijo que se estaba divorciando y que no quería perderme. No respondí. Solo le indiqué la dirección y partimos en silencio. Al llegar a casa bajé del auto y sin decir ni una sola palabra me marché. Aún no logro entender por qué no fue sincero conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario